"Esto es un poco incómodo" - murmuró Kurama mientras se rascaba la mejilla.
Kiba frunció ligeramente el ceño, aunque ahora que había comido, rápidamente sintió que algo estaba mal, en especial el aroma que venía de su madre, aunque luego de unos segundos rápidamente conectó los puntos, así que rápidamente miró a su amigo de cabello rojo con una expresión mixta - "Tú..."
Kurama le dio una sonrisa incómoda porque tal parecía que el gato había saltado de la bolsa.
"¡Tienes que estar jodiéndome!" - exclamó Kiba mientras golpeaba la mesa y apuntaba a su ex-amigo, porque no había forma de que los dos siguieran siendo amigos luego de lo que este bastardo había hecho - "¡¿Te cogiste a mi madre?!"
"¿Sorpresa?" - dijo Kurama con una sonrisa aún más incómoda.
Kiba empezó a rugir con furia, aunque sus instintos le decían que no atacara al pelirrojo porque la diferencia de fuerza entre los dos era bastante obvia - "¡Me cago en tus muertos, puto pelirrojo de mierda!"
"Bueno, está tomándolo mejor de lo que esperaba" - murmuró Tsume, ignorando la mirada afilada de su hijo - "Vamos, sabes las reglas"
"¡Pero eso no significa que me agrade la idea de que seas su hembra, mamá!" - exclamó Kiba mientras volvía a sentarse con una expresión irritada en su rostro - "Su puta madre, pelirrojo de mierda, de todas las mujeres del clan Inuzuka... ¡¿Por qué te cogiste a mi madre?!"
"En mi defensa, no fue voluntario, las cosas solo pasaron así" - respondió Kurama mientras soltaba un suspiro.
"Kurama-kun tiene razón, no es su culpa que yo entrara en celo cuando sentí que era un posible macho listo para el apareamiento" - respondió Tsume con ligera vergüenza.
"¡No hables más de eso, por el sabio, esto es jodidamente incómodo!" - exclamó Kiba mientras golpeaba la mesa con molestia, aunque rápidamente soltó un suspiro pesado - "Ok, no gano nada con estar furioso, pero me debes una, maldito pelirrojo"
"Claro" - asintió Kurama mientras soltaba un suspiro de alivio - "¿Sin rencores?"
"Es bueno ver que mi hijo y su padrastro están llevándose bien" - sonrió Tsume, sin notar cómo los dos jóvenes parecían estar tomándose el pecho al sentir una punzada en sus corazones.
Luego de unos cinco minutos más de incomodidad, Kurama y Kiba decidieron tener una tregua, después de todo, ahora que Tsume era la hembra de Kurama, ellos se verían más seguido de lo que les gustaría admitir.
Tsume rápidamente regresó con una bandeja llena de comida porque sentía que esta era la mejor forma de romper el hielo, aunque rápidamente recordó algo.
"A todo esto... ¿Sasuke sabe que embarazaste a Mikoto?" - preguntó Tsume mientras ladeaba la cabeza.
"¿La madre de Sasuke?" - dijo Kiba con sorpresa, solo para que una enorme sonrisa aparecía sobre sus labios, la cual rápidamente se transformó en una risa desquiciada - "¡Esto es genial, no estoy solo en este infierno!"
"No, Sasuke no lo sabe, y espero que se mantenga así hasta cuando podamos hablarlo seriamente" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza, solo para mirar a Kiba con seriedad - "¿Quedó claro?"
"Ok, ok, no voy a hablar, aunque quiero me digas cuándo se lo contarás, quiero ver su expresión cuando eso suceda" - dijo Kiba con una mirada seria en su rostro.
"¿Tan mala es tu relación con Sasuke?" - preguntó Kurama con el ceño fruncido.
"Es todo lo contrario" - respondió Kiba con una enorme sonrisa - "Como somos amigos, quiero verlo en su momento más bajo"
"Oh, eso tiene sentido" - asintió Kurama, mientras que Tsume negaba con la cabeza.
*****
Luego de comer, y asegurarse de que Kiba no iba a abrir su boca, Kurama empezó a caminar de regreso a casa, aunque su pacífico regreso a la mansión del clan Uzumaki, fue perturbada por una presencia ligeramente familiar, así que rápidamente caminó a una zona aislada.
"Puedes salir" - dijo Kurama con una expresión seria en su rostro.
Lentamente, una silueta masculina apareció en el lugar, una que reconoció de inmediato.
"Kankuro" - continuó Kurama con una mirada tranquila.
"Kurama Uzumaki" - murmuró Kankuro con seriedad, solo para mirar alrededor y soltar un suspiro de alivio cuando notó que no había nadie en la cercanía.
Kurama estaba en guardia, listo para pelear, aunque su expresión cambió cuando vio cómo el joven sacaba lo que parecía ser una carta que dejó en el suelo antes de desaparecer.
El joven de cabello rojo simplemente caminó donde estaba la carta, con la guardia todavía alta porque Kankuro podía estar cerca, esperando para atacarle cuando este estuviera concentrado en la hoja de papel que el shinobi de Suna le había entregado.
Luego de esperar unos cuantos segundos, Kurama tomó la hoja y la leyó, y en el proceso, haciendo que su expresión se volviera seria.
"Es mejor que vaya a hablar con el viejo" - murmuró Kurama antes de correr hacia la [torre Hokage], hablando con la secretaria para que le comunicara su presencia al viejo Sandaime.
Hiruzen rápidamente le pidió que entrara porque era obvio que algo había sucedido para que el joven del clan Uzumaki apareciera tan abruptamente.
"¿Qué sucede, Kurama-kun?" - preguntó Hiruzen mientras dejaba su pipa en el escritorio y miraba al joven de cabello rojo.
Kurama no respondió con palabras, él simplemente le mostró la hoja que Kankuro le había entregado, solo para notar cómo el viejo Hokage ponía una expresión similar a la suya.
"¿Esto es en serio?" - preguntó Hiruzen mientras dejaba la carta y miraba al joven de cabello rojo - "¿Qué tan real es la información de esta carta?"
"Honestamente, viendo la situación actual, es bastante probable de que sea cierto" - respondió Kurama con los brazos cruzados y una expresión seria - "Aunque todavía estoy confundido, después de todo, Kankuro es un ninja de Suna, no debería de tener motivos para traicionar a su aldea, al menos que estemos ignorando algo"
Hiruzen asintió cuando escuchó esto mientras volvía a tomar la carta y leerla con cuidado.
La información no era tan oscura y misteriosa, simplemente relataba lo que ellos ya sabían, Sunagakure no Sato los había traicionado y estaban preparando un ataque coordinado junto a Otogakure no Sato, en cuanto a la presencia de Gaara, él era el as bajo la manga del ataque.
"Supongo que no tenemos más alternativa que reunirnos con él" - dijo Hiruzen mientras se cruzaba de brazos.
******
El tiempo había pasado volando, y la hora de la reunión había llegado.
Kurama estaba en el lugar acordado, esperando a Kankuro, quien no demoró en llegar.
"Veo que aceptaste mi propuesta" - dijo Kankuro mientras miraba al joven de cabello rojo, solo para soltar un suspiro de alivio - "Gracias por venir"
Kurama simplemente guardó silencio mientras se sorprendía al ver a Temari dentro de una de las marionetas del joven de Suna - "¿Qué es esto?"
"Mi petición a cambio de la información que daré" - respondió Kankuro con una mirada seria, solo para soltar un suspiro al ver el estado de su hermana mayor - "Voy a ser honesto, ella está bajo mucha presión y su mentalidad no está en el lugar correcto"
Kankuro rápidamente explicó la situación en general de su hermana mayor, empezando con su estado como moneda de cambio para una alianza política, así como un sacrificio necesario para detener a Gaara.
Kurama frunció el ceño mientras asentía de vez en cuando con cada relato que escuchaba - "Ya veo, tiene sentido... Supongo que quieres que proteja a tu hermana"
"Exacto" - respondió Kankuro, solo para ver cómo Kurama creaba un clon y lo transformaba con la apariencia de Temari - "Oh, no había pensado en esto"
"Lleva al clon y vuelve, vamos directo donde el viejo" - dijo Kurama con una expresión seria - "Voy a dejar a Temari-san a mi hogar, nos reuniremos en dos horas"
Kankuro asintió antes de esconder al clon dentro de la marioneta y salió corriendo.
Kurama simplemente soltó un suspiro y desapareció, regresando al lugar de encuentro luego de cumplir con su parte del trato.
Un hombre obeso apareció luego de unos segundos.
Kurama reconoció de inmediato lo que estaba sucediendo - "Vamos"
"Ok" - asintió el hombre obeso mientras los dos caminaban hacia la [torre Hokage] - "¿No pasó nada?"
"Baki Sensei estaba afuera, Gaara se la pasa en su habitación" - respondió Kankuro, quien estaba disfrazado del hombre obeso - "Aunque moverme por Konoha ahora es fácil, porque ya no tengo que preocuparme que los Anbu observándonos"
"Eso solo funciona contigo porque el viejo Hokage está interesado en lo que tienes qué decir" - respondió Kurama con calma mientras se cruzaba de brazos - "En fin, ya llegamos"
El dúo rápidamente llegó al lugar, solo para encontrarse con Hiruzen, quien los estaba esperando.
"Bienvenido, joven de Suna" - dijo Hiruzen mientras miraba al hombre obeso, el cual rápidamente regresó a su apariencia normal - "Espero que esta conversación sea buena para los dos"
"Espero lo mismo, Hokage-sama" - respondió Kankuro mientras tomaba un largo respiro.
"Ok, suficiente de saludos, creo que este es un buen momento para que iniciemos con las negociaciones" - dijo Hiruzen mientras fruncía el ceño - "¿Qué es lo que tienes para contarme?"
"Creo que es mejor que hablemos sobre qué es lo que tienes para ofrecerme" - respondió Kankuro con los ojos firmes.
Hiruzen sonrió ligeramente mientras miraba al joven de Suna - "Dime... ¿Qué es lo que quieres?"