En los anales olvidados, se dice que una bruja caminó entre la nieve… y con un solo gesto, el tiempo mismo se rindió ante ella.
Año 2000 del Calendario del Eclipse, tras la caída del Imperio de Iskers.
El cielo sobre Azran brillaba con un azul profundo, cubierto por la neblina gélida de la noche. Las calles de la capital resplandecían con faroles encantados, y el eco de canciones festivas se entrelazaba con el crujir de la nieve bajo los pasos de los ciudadanos. Las linternas flotantes ascendían lentamente al firmamento, como estrellas lanzadas al cielo por manos humanas.
Era la Noche del Recuerdo.
En la Plaza del Hielo Eterno, el corazón de la ciudad, los habitantes se reunían para rendir homenaje. En el centro, una estatua colosal de hielo tallado se alzaba con majestad inquebrantable. Representaba a una mujer de largos cabellos ondulantes, con un manto extendido como si envolviera al mundo en un eterno abrazo invernal.
氷の魔術師 — Kōri no Majo.
La Bruja de Hielo.
Nadie conocía su verdadero nombre. No existían registros de su linaje, ni leyendas que contaran de dónde vino. Solo relatos transmitidos en susurros, generación tras generación. Cuentan que cuando Iskers se alzó con intenciones de conquista, ella fue quien detuvo la guerra… con un hechizo tan poderoso que detuvo un ejército entero en medio del invierno.
Desde los balcones del castillo, la familia real observaba en silencio. La princesa Airi, vestida con un kimono azul celeste, apretaba las manos sobre su pecho. Sus ojos, fijos en la estatua, no reflejaban celebración, sino una sombra de tristeza. Había algo en ella que la multitud no compartía. Algo que no podía olvidar.
Porque pocos conocían la verdad.
Pocos sabían que la historia de la Bruja de Hielo no era solo una crónica de gloria…
sino también de sacrificio.
Y mientras las flores blancas caían como nieve artificial sobre la multitud y las canciones alcanzaban su punto más alto, una diminuta grieta —invisible al ojo desprevenido— comenzó a abrirse en el corazón de la estatua.
Como si algo estuviera despertando.